La película
La película es una base de poliéster o acetato cubierta de cristales sensibles a la luz y colorantes dispuestos en capas. Mediante una serie de procesos químicos estos cristales se vuelven oscuros si les llegó la luz y los que se mantuvieron en la sombra permanecerán sin oscurecer.
Todas las películas tienen una sensibilidad a la luz marcada por una codificación universal llamada ISO. Cuanto más alto es este número, la película será más sensible a la luz.
Si os habéis fijado, esta escala también va aumentando en un punto, por lo que con una película de 800ISO necesitaremos la mitad de luz para captar una misma escena que con una de 400ISO. Y a la inversa, una película de 400ISO necesitará el doble de luz que una de 800ISO.
Por lo dicho hasta ahora, parece lógico afirmar que lo mejor es utilizar la película más sensible, que nos permitirá disparar con velocidades de obturación más rápidas, ideales para lograr imágenes más nítidas, ya que permiten congelar el movimiento y reducir el riesgo de vibraciones. Pero todas las cosas en esta vida tienen su lado oscuro, y a mayor sensibilidad (mayor número ISO) menor será la definición de los detalles y la viveza de los colores, además de hacerse más visible el grano de la película.
El grano de la película nos marcará el tamaño de ampliación óptimo para que la copia mantenga su definición. Por ejemplo, con un carrete de 100ISO de 35mm obtendremos una copia sin grano aparente de 40 x50 centímetros , en cambio, si usamos un carrete de 400ISO, podremos hacer una ampliación de 20 x 30 centímetros ; pasando a dos puntos más de sensibilidad, el tamaño de la ampliación se ha reducido casi a la mitad. Podemos sacarle partido a este "defecto" utilizándolo con fines creativos, pensad que las imágenes con mucho grano quedan más suaves, con tonalidades más pasteles.
La película es una base de poliéster o acetato cubierta de cristales sensibles a la luz y colorantes dispuestos en capas. Mediante una serie de procesos químicos estos cristales se vuelven oscuros si les llegó la luz y los que se mantuvieron en la sombra permanecerán sin oscurecer.
Por lo dicho hasta ahora, parece lógico afirmar que lo mejor es utilizar la película más sensible, que nos permitirá disparar con velocidades de obturación más rápidas, ideales para lograr imágenes más nítidas, ya que permiten congelar el movimiento y reducir el riesgo de vibraciones. Pero todas las cosas en esta vida tienen su lado oscuro, y a mayor sensibilidad (mayor número ISO) menor será la definición de los detalles y la viveza de los colores, además de hacerse más visible el grano de la película.
El grano de la película nos marcará el tamaño de ampliación óptimo para que la copia mantenga su definición. Por ejemplo, con un carrete de 100ISO de 35mm obtendremos una copia sin grano aparente de 40 x
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